La ruta la realizamos a pie, aproximadamente 8 km entre ida y vuelta. Paramos a reponer fuerzas:
Nos atiende y acompaña en la visita D. Félix González Muñoz, responsable de tratamiento y depuración de Mérida, de la empresa Aqualia, al que agradecemos la atención recibida. Con sus explicaciones y comprobación in situ de los procesos de la depuradora acabaron de aprender el tema estudiado en clase, que resumimos a continuación:
Las aguas de Mérida se recogen en un pozo situado aproximadamente a 3km de la depuradora, donde se realiza un primer filtrado (PREDESBASTE), y las aguas son bombeadas hasta la depuradora, situada en el polígono industrial el Prado.
Existe otra línea de recogida de aguas residuales, las del propio polígono, que va directamente a la depuradora. En la siguiente imagen podemos comprobar el estado de las aguas. La suciedad de mayor volumen es retirada con una pala.
Procedemos a visitar la fase de PRETRATAMIENTO, donde se filtra la suciedad de menor tamaño, como se puede apreciar en los rodillos.
En la siguiente fase, de FLOCULACIÓN BIOLÓGICA, consiste en mantener viva y en las condiciones óptimas una bacteria que ya viene en el agua residual en menor cantidad. Al agitar y oxigenar lentamente el agua dicha bactería encuentra su estado óptimo para multiplicarse. Dicha bacteria se alimenta de los restos de materia orgánica, limpiando así el agua sin necesidad de añadir productos químicos.
Pasamos a otra piscina donde se produce la DECANTANCIÓN, que no es más que los flóculos o bacterias que han ido engordando y creciendo al comer la materia orgánica y en reposo van cayendo al fondo de la piscina, donde se acumulan formando el FANGO.
Por la zona intermedia va saliendo ya el agua depurada. Antes de devolverla limpia al río pasa por una piscina de posible cloración, en caso de riesgo de infección, pero que en este caso no lleva ningún tratamiento.
En el proceso de decantación se acumula mucho fango, que se bombea hasta estos depósitos:
Alguno es reutilizado en la floculación, pero cuando hay excedente se lleva a una planta de secado y deshidratación, algo similar a una centrifugadora.
Dichos fangos se acopian en cubas, listas para transportar y reutilizar como fertilizantes.
Como dato curioso comentar que se puede visitar un Mausoleo Romano, que se encuentra en la misma parcela.
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